jueves, 31 de diciembre de 2009

El último bolo del 2.009: Los Porretas + Yesca. 30 de diciembre de 2.009


Sin comerlo ni beberlo, de forma inesperada, anoche acabé en Carabanchel, viendo a Los Porretas en La Sala - Live. Hacía años que no veía a mis convecinos, y junto al bueno de Javier Robles allá que nos plantamos la representación de Radio Enlace, persiguiendo al orgullo de Hortaleza (junto a Luís Aragonés).

En la noche lluviosa y triste de un miércoles preludio de Nochevieja, con la peña sin un duro e inmersos en medio de innumerables despilfarros navideños, apostaba yo por una floja entrada. Craso error. Para mi sorpresa fuímos bastantes los que quisimos aprovechar un día muerto para ver el último concierto del 2.009, dejándose sentir las vacaciones académicas en el alto número de jovenzuelos allí presentes.


Y jovenzuelos fueron también los teloneros, unos Yesca ya presentes en el escenario cuando nuestra pequeña delegación arribó a La Sala. Tuvimos ocasión de presenciar sus últimos 5 ó 6 temas, en los que hicieron las delicias del público, y especialmente de su sector más joven, apostando por los tópicos del rock urbano. Para mi gusto, resultaron demasiado lineales y clavados al guión. Realmente, contemplando a estas bandas siento en mis propios huesos el paso del tiempo: hace unos años no hubiese parado de botar y pasarlo bien con ellos, pero ahora me aportan poco.


Tras el necesario parón, salieron Los Porretas algo antes incluso del horario previsto, que eran las 23:00. Para nosotros la mayor incógnita la suponía ver en directo a su "fichaje" temporal Manolo Benítez, de Los Enemigos, quien suple como segundo guitarrista a Robe, que lleva una temporadita recuperándose de los excesos. El tocayo de El Cordobés cumplió a la perfección, con su aspecto de curtido viejo rockero, demostrando su arte a las seis cuerdas. Eso sí, físicamente tampoco podemos pedirle mucho, aunque en esto empata a sus nuevos compañeros, que como es natural, todos están ya lejos de "...aquellos años del 77, los punkis del 2 de mayo, la música de Los Ramones".


Uno a uno fueron cayendo sus éxitos de "festín obrero" dedicadas al consumo de "Calimocho", "Marihuana", etc... Particularmente disfruté "Si nos dejais" y "Los diez mandamientos", que siempre me gustaron mucho, además de la graciosa y acertada "El abuelo fue picaor". Entremezcladas con temas de sus últimos discos, que no conozco (el último disco que escuché fue "Rocanrol", ya que poco después se produjo en mi casa el paso definitivo de la cinta al CD y ahí les perdí la pista. De hecho, debo confesar que jamás les he escuchado en formato digital. No es broma) se siguieron intercalando otras que simpre odié como "Joder que cruz", auténtica oda a la vagancia y al consumo de estupefacientes, punto este último en el que soy inflexible y que me ha hecho distanciarme del rock urbano y de la propia falsa izquierda que sufrimos hoy. Ya dije arriba que me he hecho mayor. Y por lo tanto más sabio.





En el haber de Los Porretas queda haber tocado casi dos horas el día antes de Nochevieja. Como preludio a la nueva década de los 2.010, una noche para el recuerdo de mi adolescencia en la Hortaleza de los 1.990. Y también a sus cintas de cassette.

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